Cane, pues, en lengua lenca es el nombre de un bejuco que ahora nadie sabe identificar cual es. Originalmente empezó como un asentamiento indígena con pequeñas casas de bajareque a las orillas de chiquinguara, al lado de su milpas y frijoles, siembras de cacao y tabaco que alguna vez, entrando ya en contacto con pobladores náhuatl o mexicanos, quienes también pasaron por Honduras, aprendieron a sembrar ayote, pataste, camote, tomate y chiles que vinieron a complementa su cotidiana comida de tortillas, tamales, atol, la pesca abundante, la recolección de miel y frutas silvestre; sobre todo, la caza de venados, tepezcuinte, conejos, cuzucos mas la carne de tortuga y una que otra culebra. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario